Hace mucho no escribía

Nota previa:

Hoy me dí cuenta que hace mucho no escribía. Al menos no había escrito para publicar. Siempre he escrito, pero existen cosas que uno escribe para sí mismo, para quedarse, si acaso para una persona mas, alguien especial, y otras para contarlas al mundo. Hoy decidí escribir para publicar una vez más. Es extraña esa sensación de querer comunicar algo. Comunicar ese algo que no sabes quién lo leerá o si a alguien le interese. En fin, siempre he publicado ideas, enfoques propios sin la intención de que alguien las entienda o les guste, simplemente para comunicar y expresar, creo que todos tenemos esa necesidad. Una necesidad de ser escuchados o vistos, y es agradable cuando más de una persona gusta de lo que haces, sabes que lo que haces está bien. Las personas deben creer en ellas mismas y deben saberse excelentes en lo que hacen. Uno tiene que ser el mejor en lo que hace, o de menos intentar serlo, porque en una competencia existe el primer lugar… y después de este, todos los demás. En esta ocasión no les tengo una crítica, ni un poema, es algo diferente. Les traigo un cuento, la historia de cómo Patricio ve el mundo. Espero les guste.

El cuento

Patricio y Regina

“Qué flojera me das”, pensó Patricio mientras tomaba té en aquella terraza en su casa. Habían unas cuantas macetas con flores, otras con plantas ornamentales y un barandal de hierro pintado de verde moteado con pintura negra. Patricio lo sabía… de ella jamás se podría aburrir. Sólo se había enamorado una vez, lo recordaba bien.

-¿Cómo se llamará?-, se preguntó.

–¡Regina!, ¿qué pedo wey?-, escuchó una voz que se acercó a ella.

Nunca había entendido por qué las mujeres decían “wey”. En realidad odiaba que las mujeres dijeran wey. Habiendo tantas palabras en el idioma y usan esa palabra para referirse entre ellas, y odiaba aún más cuando una mujer se refería como wey a su novio.

-No en tu casa, no quiero que me odien más.

-Eres mi piecito

Tenían este juego en el cual él le llamaba piecito por una dinámica que tenían con los pies. Ese tipo de “chiste local” y el apodo que surge de aquella anécdota que todos tienen. Se había quedado con su liga, el único recuerdo que tendría de ella hasta que la volviera a ver, no sabía si aguantaría. Es tonto como un objeto tan sencillo puede recordarte a alguien. Un objeto tan vacío y a la vez tan lleno. Todos necesitan ese objeto y esa necesidad de recordar y ser recordados. El no podía dejar de pensar en ella, y nunca iba a poder hacerlo.

Fue entonces cuando Patricio entró en sí otra vez, el té que se posaba en la mesa se había terminado y el ocaso estaba frente a el, comenzaba a hacer frío. Patricio era ese tipo de personas que les gusta permanecer en la imaginación y los sueños. “Day  dreamer”, él era un day dreamer porque le gustaba mezclar la realidad con los sueños, una fusión perfecta.

-Modelar la realidad con signos a partir de la experiencia y tu cultura.- Le dijo Agustín. -A eso te enseñan.- Reiteró una vez más de manera tajante, con una acción corporal cruzando los brazos levantando la cabeza y echándose al respaldo de la silla. Acción que sustentaba la seguridad con la que pensó y dijo aquella frase.

Patricio había olvidado que Agustín se encontraba a lado suyo.

Agustín continuó hablando con Patricio, ignorando la poca atención que el le prestaba. Lo conocía de hace tiempo, sabía que no siempre estaba en “el mundo real”. -La gente ve lo que es real a su propia realidad. Las personas no pueden ver toda la realidad, se volverían locas, por eso simplifican la realidad. Lo ideal y lo real se fusionan para hacer una realidad simplificada en las personas. ¿Entiendes lo que te digo?-

Patricio asintió, y contestó firmemente tratando de poner más atención a la plática, evadir el pensamiento de ella en su mente y el hermoso atardecer que posaba frente a el. – Es cierto, tú haces un modelo de la realidad, que es relativo, relativamente, porque siempre existirán estos códigos fijos,  dependiendo de la cultura y la  conceptualización de la realidad.-

Agustín, satisfecho con la respuesta, contestó con fin de terminar la plática. –Sí, así es, si una persona no se entrena, no entrena la vista ni su cultura y sólo podrá mirar pero nunca podrá observar. Ver la realidad. A decir verdad, la gente no sabe todo lo que sabe.-

Patricio se levantó de la silla de hierro para jardín que estaba en la terraza, se volteó a él y finalizó. -Como siempre lo he pensado, amigo mío, la gente ve de los ojos para afuera, dependiendo de lo que tiene de los ojos para adentro.-

Mientras entraba a la casa pensaba en una pregunta -¿Por qué la gente se pasa la vida buscando definiciones, cuando en la vida no hay definiciones, hay acciones?-

Patricio no podía dejar de pensar en ella, no sabía por qué. “Y no se por qué sólo pienso en ti”. Con tres días que la veía en la semana no era suficiente, tenía la necesidad de estar con ella, Regina. Después de tres años se había convertido en su mejor amiga y en la única persona de la que en verdad se había enamorado, aunque le diera miedo aceptarlo, sólo te enamoras una vez en la vida, sólo una vez en verdad.

-Desde que te vi, desde que comenzamos a convivir, cuando te escribí esa canción, te dibuje, te fotografíe, te conocí… me enamoré.-  No sabía cómo ponerlo en palabras, porque como siempre lo había pensado: la palabra “te amo” es muy poco para expresar todo lo que en verdad se puede llegar a sentir por alguien con esa chispa. Sólo hay una persona con tanta chispa, y cuando la conoces y se encuentran todo mundo alrededor lo nota de igual forma. Una pareja única.

“Good night honey … good night deer” decía la imagen, una imagen satírica que ilustraba un venado y bote miel. Patricio rió mucho cuando la vio. Odio no poder estar contigo, pensaba. El hecho de no poder estar con ella ni poder convivir con ella no le parecía justo.

Patricio se quedó pensando entre cinco pensamientos más: Semántica, morfología, forma, semiótica, percepción, todo depende del ángulo con que se vea, ¿relativismo? Puede ser, no lo sé, la gente sólo ve lo que quiere ver y sabe lo que quiere saber. La gente cree saber, piensa lo que sabe y se mantiene pensando lo que se ha pensado todos estos años.

A Regina no le gustaba su nombre, sentía que no era el de ella. Pensaba que no le correspondía. A pesar de que Patricio la conocía perfecto había cosas que no podía acabar por entender en ella. Como, ¿por qué fumaba?, ¿por qué tenía corazón de pollo?, ¿por qué nunca le dijo nada cuando debió hacerlo?, ¿qué era lo que en verdad sentía o pensaba? Era enigmática. Cada día que pasaba se enamoraba más de ella, y cada día que pasaba y no estaba con ella era un día más que cerrando los ojos y evitando la realidad, caía en los sueños que tanto le gustaban y mezclándolos con la realidad, hacía su propia realidad. Day dreaming una vez más.

La gente cree saber lo que ve, cuando mira imágenes, lee el texto, todo lo gira entorno a lo que sabe, a lo que conoce. Por eso se puede crear controversia, cuando la interpretación del contenido no es lo que espera el receptor. Cuando esto ocurre, el receptor lo castigará con una negativa. Puedes leer y creer que entendiste, cuando en realidad no entendiste porque esto no tiene significado para ti.

-Recuerdo el primer día que te vi, cómo ibas vestida, tu sonrisa. Supe que eras diferente y que nunca te podría dejar. No te conocía pero esa chispa que tenemos me lo dijo desde el principio. Me dio miedo.- Pensamientos que Patricio repasaba una y otra vez.

Entre tantas cosas que repasaba pensó en el por qué Regina se había enojado con él, le había dejado de hablar. Nunca supo por qué.  -No nos echemos la culpa por ver quién fue, honey, los dos tendremos la razón y a la vez ninguno.- Le dijo alguna vez que hablaron. –Las relaciones se basan en la confianza. Imaginarnos que podemos es lo que nos mantiene en movimiento, sin fe no hay milagro, quieres un milagro, tú se el milagro, la imaginación es la loca de la casa, la loca que la hace habitable y un lugar feliz, sin imaginación estas muerto. Atrévete a soñar. Imaginación, la que nos hace ser y hacer, si lo imaginas puedes hacerlo. –

-I’m just a synthom of the disease, you should know that everybody has a dark side, todo mundo tiene su lado oscuro, pero cuál será el lado oscuro si todo dependerá del contexto y quién lo analice, a veces me asusto de mis pensamientos, un día mas que pasa o un día menos.-

-No sé lo que es, diré que es amor por el momento, porque para lo que siento no hay palabras que lo puedan explicar. Tengo miedo pero más vale apostar y perder que haber perdido sin haber apostado. Porque, si nunca te das la oportunidad, puede que cuando lo quieras ya sea demasiado tarde, y cuando te das cuenta, estas encerrado en una realidad que nunca quisiste. Rompe esa esfera, sal de ella, enfrenta tus temores, yo te ayudare, solo tienes que tener fe.- Y así Patricio entró a su casa y vio a Regina en la cocina, con esa sonrisa que siempre le cautivo. Good night honey… good night deer.

Rafa G.A.

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