Por darle tiempo al tiempo se nos va la vida.
El tiempo no existe.
No existe el tiempo.
No corre ni se detiene, no cura heridas.
El reloj mide ansias, acuerda citas.
Da sentido a la existencia de una batería.
Medir el tiempo no sirve para nada.
Para nada sirve si no está usted en la ventana.
Vivir como si uno se estuviera muriendo.
¿Importa qué tan rápido eso esté sucediendo?
No existe ahorita ni al rato ni la próxima semana.
La prisa por sentir a la esperanza le gana.
Desayunar a las tres o tomar el té a las doce.
Empezar la jornada a las nueve o a esa hora terminarla.
No importa el número, ¿qué es una hora?
Me interesa poco cuándo pero le ruego que corra.
Pensar en fechas es pensar en vano.
Si va a venir, venga, no la soporto lejana.
Algún día, algún día… ¿con sus promesas yo qué gano?
Se detendrán las manecillas, seré yo el de la ventana.
Me encanto leerlo…que bien!!
¡Me da mucho gusto! Muchas gracias 🙂