No hay nada más valioso ni más bello ni más simple que encontrar lo que llaman felicidad en las cosas que están en este mundo mucho antes que nosotros.
No hay nada más intenso, más real y más bonito que voltear a ver al cielo y sentirte pequeñita.
No hay nada más sincero y conmovedor y auténtico que el ir y venir de las olas regalándonos música sin pedir nada a cambio.
El vuelo de una gaviota, el andar de un perro, el canto de aves nocturnas en un paisaje parecido a una pintura.
Hay momentos que nos hacen querer ir a donde los creyentes, cantar con ellos, agradecer a algún ser supremo por los instantes simples.
(Visited 1 times, 1 visits today)