No era broma. La mirada de Carlos me lo decía, lo que acababa de decir era completamente cierto. Estaba muerto. -¿Cómo? -Me pasé con la coca. -¿Cocaína? Carlos, ¿qué pedo? -Me vas a decir que tú nunca… -No, yo sí, pero no me morí por eso. Caminamos por los pasillos angostos del lugar, Carlos siempre atrás de mi, por lo que tenía que voltear de…