Autor invitado: María Emilia González. 22 años. Colombiana.
¿Cómo ser un buen cinéfilo y no fracasar en el intento?
Hace un par de semanas platicaba con alguien que se autodenomina cinéfilo. Tuvimos una larga discusión sobre qué es lo que hace a una película triunfar en esta época, pero lo que realmente me sorprendió, fueron sus palabras respecto a lo que significa ser un amante del cine. De esta charla surge este texto, que busca ofrecer breves herramientas para aprender a ser un buen cinéfilo sin fracasar en el intento:
- Tenga claro que es posible amar una película. No solo por su guión, los actores o su director, sino porque todas las características y detalles que conforman un filme pueden hacer sentir grandes emociones.
- No se incomode si comienza a hacer referencias de Batman o Amélie en su día a día, es parte del proceso. Encontrará frases o gestos que lo representen… ¡No se asuste! Hay muchos como usted que no se quedarán callados ante la posibilidad de esbozar alguna referencia cinematográfica.
- Compre esa camisa o juguete de colección de Star Wars que siempre quiso, no se preocupe si le dicen geek (es pura envidia). Además, algunas cosas serán de colección en algunos años.… Y si usted es muy fan, ¡podrá tenerlos desde ya! Tampoco tiene que gastar un montón de dinero, use cupones y aproveche las ofertas.
- Apoye a directores, actores y artistas adquiriendo sus películas de manera legal. Si bien es cierto que las grandes industrias de Hollywood ganan millones de dólares al año, muchos otros a través de sus propuestas independientes logran apenas conseguir algunas ganancias, teniendo en cuenta lo mucho que cuesta realizar una película.
- Hitchcock y Kubrick no son los únicos buenos cineastas. ¡Claro! Ellos son un referente, han influenciado a muchos y sin duda alguna se han convertido en un hito del cine mundial, pero no tema emocionarse por estrenos de películas no tan “producidas”. Si su pasión son las películas de animación o las tiernas sagas infantiles de Disney, siéntase orgulloso. Que nadie le diga que es menos cinéfilo porque tener algún gusto en particular.
- Haga playlists con las maravillosas bandas sonoras del cine. Aunque no parezca, la música es uno de los puntos clave para el éxito de las películas; enamorarse de las bandas sonoras no es un pecado.
En conclusión, encuentre sus propias formas de amar el cine, vívalo como mejor le parezca y regálese muchas sonrisas frente a la pantalla. ¡El cine, como el arte en general, debe vivirse y disfrutarse con las condiciones y límites que cada quien se impone!
Sobre el autor:
María Emilia González
Comunicadora Social, Periodista y Sarcástica.