Charles Bukowski: Don’t Try

Charles Bukowski fue, tal vez, el peor escritor norteamericano del siglo pasado. 

Nacido en Alemania, vivió la mayor parte de su vida en Los Ángeles. Su obra básicamente consiste en muchos poemas, varios cuentos y algunas novelas. La temática es sencilla: lenguaje directo y sucio, combinado con varias (muchas) situaciones sexuales. El alcohol, las apuestas y alguna que otra droga acompañan a sus personajes de vez en cuando.

Tal vez el mayor defecto de Bukowski, y la razón por la que han surgido sus más fuertes críticas, ha sido el aspecto ofensivo de su estilo. Claro que estamos hablando de una época en la que la gente vivía con un enorme miedo a una guerra nuclear, el individualismo de la post guerra estaba en su auge y la gente leía a Capote y su “Breakfast At Tiffany’s” mientras tomaba una cerveza. El genuino American Way of Life.

Nada de esto importa. A Bukowski hay que tomarlo como lo que es, y no como uno de esos autores que la gente cita en internet. Tuvo una infancia dura, problemas de alcoholismo y un estado de salud preocupante. A esto debemos sumarle el trauma que el hecho de no ir a la guerra le ocasionó, así como una constante falta de trabajo.

Lo más rescatable de Bukowski es lo que encontramos detrás de sus letras. Lo más interesante es lo obvio: tal vez la vida no tiene sentido. No importa quién seas ni lo que seas; lo importante es que todos en ésta vida queremos tomar alcohol y tener sexo. El amor es algo contingente, pero si te interesa alcanzarlo, tienes que hacer un par de sacrificios (entre ellos, el alcohol). La moral es sólo una caricatura.

Bukowski pensaba que no eran las drogas, las apuestas ni el alcohol lo que terminaba volviendo loco a un hombre. Lo que lo hace es tener que levantarse temprano para ir a trabajar a una fábrica en la que hará calor y no se podrá hacer nada que el hombre quiera. Sólo trabajar. Nada de sexo ni alcohol. Por eso la gente va y se mete LSD y saca todo lo jodido que el sistema le ha metido.

Pero Bukowski es tal vez el mejor escritor norteamericano del siglo pasado. Es el único, junto con Hemingway, que escribía sinceramente. Su obra está muy apegada a él. El hijo-de-puta Charles Bukowski es el mismo que todos sus personajes. Él nunca intentó ser el mejor poeta de su época: él lo logró. Y lo hizo con un vaso de vodka-seven siempre en la mano.

Don’t try, do.

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Publicado en El Supuesto el 28 de agosto del 2013

Don’t Try

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