¿Qué es el pasado sino la principal fuente de los porqués de nuestro hoy? Todo lo que hicimos ayer nos ha llevado a donde estamos ahora. ¿Qué sería de la vida sin arrepentimientos, sin los «hubiera», sin esos anhelos al pasado? Es lo que nos llena.
Utópicamente quisiéramos no arrepentirnos, dejar el pasado atrás y siempre vivir en el hoy, pero somos humanos, no lo hacemos. Y está bien. Es perfectamente normal y correcto recordar, volver a vivir, y asegurarnos día a día que lo que hicimos ayer nos sirve de algo hoy.
El pasado es el origen de nuestro futuro, y no podemos olvidarnos de él porque nos estaríamos olvidando de quiénes somos ahora. Quizá imaginemos que si pudiéramos regresar a él cambiaríamos muchas de nuestras decisiones, obteniendo nuevos resultados, pero ¿no resulta más emocionante conocer todos los resultados posibles por nuestra cuenta? Tratando y errando, aprendiendo de cada obstáculo y prueba no superada.
Qué fácil sería la vida. Qué fácil y qué vacía.
